EL DESGASTE EMOCIONAL DEL DOCENTE A FIN DE AÑO

La mayoría de los docentes llegamos totalmente exhaustos a esta altura del año. La docencia es uno de los pilares para la sociedad, donde se instruyen a las siguientes generaciones, además es la única profesión que le enseña al ciudadano a serlo, por lo que estructura en parte el cómo vivimos, además de la familia. Esta mediación es muy desgastante, el estrés que enfrentamos puede provocar el síndrome de burnout. Este fenómeno, caracterizado por el agotamiento emocional, la despersonalización y una reducción del sentido de realización personal, plantea una grave amenaza para el bienestar de los docentes y la calidad de la educación.

Este artículo analizará las principales causas y consecuencias del agotamiento docente. Sobre las actividades y relaciones profesionales, y las estrategias más efectivas para prevenir y mitigar sus consecuencias, antes de que colapsemos.

Primero, ¿Qué es Burnout? Según Maslach y Jackson:

Es una respuesta prolongada al estrés crónico en el trabajo, que se caracteriza por tres dimensiones principales:

• Agotamiento emocional: Se refiere a una sensación de estar emocionalmente vacío, de haber agotado todos los recursos emocionales. Se manifiesta como fatiga, apatía, desinterés y una sensación de estar sobrepasado.

• Despersonalización: Consiste en desarrollar una actitud cínica y distante hacia el trabajo y las personas con las que se interactúa. Se expresa como una tendencia a tratar a los demás como objetos o como un medio para alcanzar un fin, en lugar de como personas.

• Reducción del rendimiento: Se evidencia en una disminución de la eficacia y la productividad en el trabajo. Puede manifestarse como una sensación de incompetencia, una pérdida de motivación y un aumento de los errores.

Qué factores contribuyen al burnout según Maslach y Jackson?

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