La solidaridad es uno de los valores más importantes para el desarrollo personal del niño y el de la sociedad. Por eso es clave que se enseñe desde que son pequeños.
El valor de ser solidario tiene estrecha relación con la empatía. Tiene que ver con las habilidades sociales que le permiten al niño manejarse con el entorno. Esto implica tener una actitud positiva frente al otro, frente a uno mismo y frente a la vida. Es decir, tener la cualidad de compartir, escuchar, conocer, prestar atención y preocuparse por el otro.
Enseñar a los niños a ser solidarios implica crear hábitos y rutinas que favorezca esta cualidad en el día a día y no solo serlo en momentos puntuales como a través de una colecta, o una campaña de Navidad.
La solidaridad en un valor intrínseco que tenemos todas las personas y que por tanto se puede potenciar y desarrollar mediante el ejemplo de nuestros semejantes.
Es importante inculcar estos valores a los chicos:
- Esforzarse es importante para conseguir lo que desean
Si cumplen todos sus deseos sin pararse a pensar en el esfuerzo que implica no tomarán conciencia de estos valores.
- Los beneficios de compartir
Los niños muy pequeños son posesivos. No es necesario obligarles a tener que compartir sus cosas sino que es preferible que aprendan los beneficios de compartir de tal manera que las dos partes puedan disfrutar de esta acción.
- Favorecer la empatía
Gracias a ella se fomentan el lenguaje emocional, un clima estable y el aprendizaje de la expresión emocional.
- Ir dándoles responsabilidades en tareas del hogar
Por ejemplo les ayudará a ir aprendiendo a que colaborar y ayudar a los demás es importante y satisfactorio para todos.
- Reflexionar sobre los valores
Además, se puede inculcar la solidaridad a través del uso de juegos y actividades con los que se fomentan el aprendizaje de valores
Proponemos profundizar en actividades divertidas y sencillas para despertar el interés y ayudar a los niños a entender el valor de la solidaridad.
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