Tradicionalmente las técnicas del brainstorming se han empleado en el ámbito organizacional como una herramienta para generar e identificar nuevas ideas de negocios. Su creador, el publicista estadounidense Alex Osborn, la acuñó en su libro “Applied Imagination” en el año de 1953, y desde entonces es considerada como una herramienta de probada eficacia para potenciar la creatividad en un grupo de personas.
El brainstorming, también llamado torbellino de ideas, tormenta de ideas, lluvia de ideas… es una técnica eminentemente grupal para la generación de ideas sin orden ni filtro. Estas ideas se recogen primero sin evaluación ni censura y luego se valoran (IONOS, 2018).
Para Legaz Pérez el brainstorming permite mejorar el rendimiento de los estudiantes en todos los niveles del sistema educativo y en todas las materias, pues favorece el pensamiento crítico, pensamiento divergente, la fluidez de ideas y la capacidad de análisis e hipótesis. En este sentido, Díaz Barriga y Hernández Rojas señalan que el brainstorming es una estrategia de aprendizaje cooperativo.
Ahora bien, la técnica del brainstorming exige la aplicación de un conjunto de reglas, a las que Osborn denomina 'preceptos':
(a) la crítica está prohibida,
(b) todas las ideas incluso las más extravagantes son bien recibidas,
(c) podemos retomar las ideas para producir una nueva, y
(d) su objetivo es producir un gran número de ideas.
Como estrategia de enseñanza, debe cumplir con los siguientes pasos
1. El problema a plantearse debe ser susceptible de múltiples opciones de solución (problema abierto). Se requiere de una preparación previa de parte de los estudiantes para que puedan aportar ideas, conocimientos y evidencias para sustentar sus propuestas.
2. Los estudiantes deben generar tantas ideas como sea posible y las mismas deben ser registradas por escrito. Posteriormente, en una sesión diferente o después de un receso, se deben evaluar las ideas aportadas en donde se fomentará el pensamiento crítico para examinar su viabilidad.
3. Por último, recomiendan cerrar la actividad con una plenaria para la presentación y discusión de propuestas y conclusiones.
Descubre pautas para el desarrollo del brainstorming que permiten desarrollar la creatividad y el pensamiento crítico del estudiante.